El pasado domingo recorrimos el margen derecho de río Xúquer , unos kilómetros antes de su desembocadura en Cullera, provincia de Valencia. A modo de malecón hay un camino empedrado que acompaña este río por las huertas de naranjos y que une los pueblos que van apareciendo en ambas riberas.
Dejamos los coches en Polinya y a las afueras empezamos a andar por el Camí de la Mota. Este camino discurre paralelo al río y es placentero y ancho, por lo que es muy utilizado por los lugareños en sus paseos, por los agricultores para acceder a los campos, por los pescadores que disfrutan y hacen concursos en todo su recorrido, y por todos nosotros : senderistas, ciclistas, jinetes y caballos etc.
Primero nos encontramos con una "assut"; después del salto del agua, el río hace un remanso donde encontramos aves típicas de la zona. Una larga plantación de pinos en este lado hacen del lugar un sitio para disfrutar en verano. En el otro lado se contempla una pequeña zona de descanso accesible desde las poblaciones de Albalat o de Sueca.
Continuamos pasando por debajo, (ahora por encima y cruzando la carretera debido a las obras), del viejo puente de hierro que da entrada a la citada población de Sueca, hasta llegar a Riola. Al ser ya media mañana almorzamos aquí y tomamos café en un parque con árboles y bancos. En este pueblecito, todas las casas que dan al río tienen un estilo funcional de casitas de pescadores. Son de una altura, con patio y aprovechan el malecón para exponer sus recicladas macetas con plantas para crear un ambiente ajardinado.
Continuamos la marcha bajo un sol radiante, que con la humedad del agua del río hacen de este primer domingo de Octubre, un día algo sofocante. Pasamos por debajo, (esta vez sí han respetado el camino las obras), de otros dos puentes, primero el nuevo y luego el de hierro, que vienen de la carretera de Corbera a Sueca. Seguimos nuestra marcha y aún encontramos otra "assut", antes de llegar a Fortaleny.
El regreso se puede hacer por el otro margen del río, cruzando los puentes. Resulta un poco más largo, ya que Polinya no tiene puente y hay que retroceder hasta Albalat.
Sin duda un recorrido muy agradable, totalmente plano, y con vistas constantes al río Xúquer.
Recomendable y cercano, en medio de las dos Riberas, la alta y la baja, para disfrutar cualquier día, de este sendero.